Cuando yo era pequeño y me preguntaban qué quería ser de mayor yo siempre respondía: «Quiero ser jefe como mi padre». Es cierto, otros querían ser bomberos, astronautas, policías, profesores, pero yo siempre decía que quería ser jefe.
Desde que tengo uso de razón mi padre ha tenido negocios y él era su propio jefe. Estas empresas siempre han estado relacionadas con el calzado. Pero mi padre nunca quiso que me metiese en el negocio del calzado porque decía que era un mal negocio; había que invertir mucho para obtener poco margen de beneficio. Así que los dos decidimos que yo no trabajaría en el negocio familiar y así matábamos dos pájaros de un tiro, yo estudiaba y me buscaba la vida y no mezclábamos familia y negocios. Yo he querido a mi padre más de lo que os podéis imaginar pero siempre he sabido que no podríamos trabajar juntos porque éramos muy diferentes. Así que así fue, fueron pasando los años y yo poco a poco me fui labrando una carrera profesional en el mundo de los RR.HH y él siguió con lo que le apasionaba que era hacer zapatos (y no tener jefes).
Este año un cáncer de colón se ha llevado a mi padre (después de luchar durante 6 años como un campeón) y nos hemos quedado sin jefe. La última empresa que tenía mi padre era una comercial de calzado y ahora me veo (junto a mi hermano) tratando de tiran palante con este negocio. Menos mal que mi hermano Joaquín ha heredado la vena artística de mi padre y está aportando toneladas de creatividad a la empresa, además de una implicación y dedicación que a sus 23 años es digna de mi admiración.
Así que ya ves, aquí me tienes siendo empresario del calzado a mis 37 años. Sin haber vivido el negocio desde dentro y con ciertas nociones de este mundillo por conversaciones de sobre mesa. Mi padre decía que la formación está bien pero que la experiencia es más importante. Para mí la combinación de ambas es la clave. Ahora me toca poner en valor tantos años de estudios y de experiencia en gestión de personal y de negocio. Es cierto que nunca he dirigido una empresa de calzado pero al final no importa de qué sea la empresa, lo que importa es que es una empresa y todas se rigen por los mismos conceptos. ¿Quién hace los zapatos en una empresa de zapatos? Pues las personas y yo de zapatos no tengo ni idea (para eso está mi hermano) de lo que sí que sé es de personas y eso lo tengo que poner en valor.
Es duro perder a un padre e intentar continuar con su negocio porque todo lo que lo rodea me recuerda a él. Pero aquí estamos y hemos decidido intentarlo, somos otra Pyme más luchando por mantenernos a flote en esta economía cambiante. Quizás no sabremos mucho de zapatos, quizás no tengamos mucha experiencia, quizás no sea el mejor momento, quizás tendríamos que haber cerrado la empresa pero no lo hemos hecho y vamos a luchar como jabatos por intentar salir a flote. Espero que mi padre esté orgulloso de nosotros y no nos critique mucho por no hacer las cosas a su modo.
Comentarios (6)
Rubén, seguro que con tu know-how y todo el sentimiento que hay detrás de ese producto sale más que a flote ese proyecto. Ánimo y nos vemos en el camino.
Muchas gracias Carlos, la verdad es que es un reto y como sabes no dispongo de mucho tiempo para tanto proyecto pero vamos a hacer que suceda si o si. Un abrazo fuerte!!!
Tal como eres. Me ha encantado como has volcado las palabras y los sentimientos. Bonita mezcla. Bonito reto. Lo conseguirás, no me cabe duda. Genio!
Muchas gracias Fran, nos conocemos desde hace poco pero me hace siempre mucha ilusión tus comentarios y tus palabras. Te tengo mucho respeto y me encanta que nos hayamos encontrado por el camino, si o si haremos que suceda, espero que pueda ser colaborando juntos!!! Un fuerte abrazo y deseo que lo partas en Colombia!
Rubén, sin duda alguna durante el año que compartimos como compañeros MADE tuve tiempo suficiente para descubrir en tí a alguien digno de admiración; perserverante, luchador, optimista, apasionado … son algunas de las cualidades que durante ese año demostraste tener, y, aunque llevemos tiempo sin vernos, no me hace falta mas que seguirte un poquito a través de tus comentarios, posts, tuits y artículos (este mas que ninguno) … para seguir convencido de ello. Comparto tanto con Carlos como con Francisco qué, conociéndote lo mucho o poco que te conozco, tengo la seguridad que tanto tu hermano como tu, sabréis afrontar este reto, tal y como citas, como auténticos «jabatos». Mucho ánimo!! 🙂
Un abrazo. Dani.
PD. sigue pendiente esa quedada MADE 😉
Joooo Dani tío que fuerte, muchas gracias por tus palabras me han emocionado un montón. Como verás estos años han sido un poco difíciles para mí y no he podido saborear todas las experiencias que he tenido con la intensidad que se merecían. Eso no quita que el tiempo que pasamos juntos en el MADE bastase para forjar una buena amistad (aunque en la distancia por las circunstancias). Espero poder quedar pronto y darte un abrazo amigo.