Hay que ser bueno y parecerlo, no al revés. El mundo 2.0 es un altavoz, un altavoz que puede gritar al mundo entero que eres un gran profesional o que eres un farsante. Por lo tanto hay que llevar cuidado con nuestra estrategia en redes sociales. ¿Tener muchos followers te convierte en un referente en tu sector? ¿Tener muchos me gustas en un post te proclaman el nuevo gurú de los recursos humanos, el marketing, la marca personal, las finanzas, el liderazgo, el emprendimiento…? ¿Qué hay de cierto en todo este discurso? ¿Qué background hay detrás de todos estos post, tweets, charlas, conferencias? ¿Cómo aplicamos todo eso que predicamos en nuestra vida, nuestras empresas o nuestros clientes? ¿Cuántos casos de éxito/fracaso avalan todo esto que estás contando?
Yo he de reconocer que ha habido momentos en los que he tenido un poco de vértigo. El 2.0 va tan rápido, llega tan lejos y potencia tanto tu marca personal que he sentido que me estaba convirtiendo en otro gurú de turno (salvando cualquier distancia con los verdaderos cracks). He notado que se ponían excesivas expectativas en mis intervenciones, en mis pequeñas aportaciones formativas, en mis participaciones en charlas o conferencias. Pero gracias a una conversación con un amigo (que él sí que es un crack) reflexione sobre mi carrera profesional, sobre mi formación, mis experiencias y mi día a día laboral.
Esta reflexión me hizo ver que evidentemente no soy «el puto crack» de los recursos humanos, no soy ningún gurú motivador que te hará andar por brasas ardiendo, no soy el formador con el que siempre has soñado, no soy el coach ejecutivo que te quebrará a la primera y transformará tu vida en aquello que siempre habías soñado. Lo que si soy es un profesional con más de 12 años de experiencia laboral en el mundo de la gestión de personas, si soy alguien que ha tenido la suerte de tomar decisiones, de intentar poner en práctica proyectos, políticas, acciones que han fallado estrepitosamente y que me han hecho crecer como persona y como profesional. Por lo tanto si creo que la historia de mis fracasos es la historia de mis éxitos, y de eso si que estoy legitimado a hablar.
Yo no hablo de lo que no sé y si hablo es para decir que no lo sé. La gente que ha compartido algún evento conmigo sabe que si soy ejemplo de algo es de haber hecho muchas cosas mal … pero habiendo aprendido de ellas. Creo que el valor que aporto a la sociedad es contar aquellas cosas que no me han funcionado y explicar que cosas he hecho para tratar de arreglarlas. Creo que tropezar con la piedra del camino no es grave, lo malo es encariñarte con ella. Por lo tanto aprende de los errores y haz de ello una de tus fortalezas. Hace tiempo leí un libro que me gustó mucho es “El libro negro del emprendedor” de Fernando Trias de Bes. Me gustó mucho porque te cuenta todos aquellos aspectos no tan chulos de ser emprendedor; la financiación, la presión de la familia, los socios, etc. Y te cuenta esto porque Fernando dice que hay mucha bibliografía sobre casos de éxito y poca sobre casos de fracasos. Y hace esta reflexión: es más fácil evitar los errores de otros que replicar sus éxitos. Y termina diciendo “si después de leer este libro sigues queriendo emprender, es que eres un verdadero emprendedor”. Esto fácilmente se puede aplicar a cualquier trayectoria profesional.
Por lo tanto ¿Qué puedes hacer para tener una buena reputación online que esté acorde con tu trayectoria profesional? ¿Qué puedes hacer para que siendo bueno lo parezcas?
1) Ser coherente en tu discurso. Es fácil decir lo que se tiene que hacer pero ser el primero en no hacerlo. Es algo que cuesta mucho porque no siempre puedes aplicar en tu profesión todo aquello que sabes que deberías hacer. Pero el secreto está en que el ratio sea un 80/20. Es decir, que apliques por lo menos un 80% de las cosas que dices que se tienen que hacer y no al revés porque si no tu discurso no tendrá consistencia.
2) Mostrar lo que haces. Lo más fácil para que la gente entienda lo que sabes hacer es mostrarlo. Hoy en día hay herramientas que facilitan esta tarea; slideshare, blog, youtube, podcast, publicaciones, etc. El principio de transparencia es fundamental, cuanto más das más recibes. Y siempre sabiendo que no podemos gustarle a todo el mundo y que siempre puede salir algún compañero, colaborador o trol que diga que es mentira lo que cuentas e intente desprestigiarte.
3) Tener una estrategia online. Creo que es necesario o por lo menos muy recomendable tener una estrategia de presencia en redes sociales y no publicar por publicar. He de reconocer que este sigue siendo mi talón de Aquiles. No está mal estructurar los contenidos del blog, decidir qué, cómo y cuándo vas a comunicar en twitter, si vas a utilizar Facebook en abierto o sólo para tu círculo más cercano… Son cuestiones que te pueden ayudar a dar consistencia a tu huella digital. Así que yo tendré que aplicarme esta medicina…
4) Cuenta tus éxitos pero cuenta también tus fracasos. Creo que no podemos mostrarnos como personas que lo hacen todo bien, estoy convencido que nadie hace todo perfecto y menos a la primera. Por lo tanto como espectador en charlas, conferencias, ponencias o formaciones considero que es bueno que la persona que está interviniendo se muestre como un ser humano de carne y hueso, y no como un semidiós de la materia de turno. Así que muestra tus éxitos que seguro aprendemos de ello pero cuéntanos también tus fracasos y como has conseguido superarlos si es que has podido porque seguro que eso no se nos olvida nunca. Es más fácil evitar un fracaso que replicar un éxito.
5) Sé generoso. Tú puedes ser muy bueno en algo pero seguro que conoces gente que también es muy buena en lo mismo o incluso más que tú, así que no tengas miedo en comunicarlo y compartir con los demás tus referentes. No tengas miedo en revelar tus fuentes, no te apropies de ideas de otros y las hagas tuyas. Sabemos que sabes inglés y que lees bibliografía yanqui así que dinos que lo haces que no pasa nada. Comparte post, tweets, blogs de otras personas que sean interesantes y que aporten contenidos de calidad. Haz de altavoz de aquellas personas que merecen la pena… los más grandes son los más humildes.
6) No tengas miedo a decir “No lo sé”. Es imposible saber de todo y no es un pecado capital, por lo tanto si hay algo que no lo sabes dilo. He de reconocer que al principio de mi trayectoria profesional y de mis incursiones formativas tenía mucho miedo a reconocer que algo no lo sabía, pensaba que esto me restaría profesionalidad. Nada más lejos de la realidad, la gente agradece que seas sincero y que digas que no sabes una cosa si no lo sabes, también agradecen que te tomes la molestia de investigarlo y darle una respuesta aunque sea unos días después de la pregunta. Di no lo sé y serás mejor profesional.
Por lo tanto recuerda que no hay secretos, ni atajos para el éxito profesional sólo currar, currar y currar ¿Te suena eso de las 10.000 horas? Pues eso. No intentes aparentar aquello que no eres pero tampoco te quedes en la retaguardia esperando que te llegue la iluminación divina. Si crees que puedes aportar… da un paso al frente, ya sabes que siendo coherente, mostrando lo que haces, teniendo una cierta estrategia, contando tu realidad (éxitos y fracasos), siendo generoso y diciendo no lo sé cuando llegue el momento seguro que además de ser bueno lo parecerás.
Un abrazo
Comentarios (1)
Buenísimo el articulo. Un cordial saludo.