¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos?  ¿A dónde vamos? Son las preguntas que parece que continuamente nos hacemos los que trabajamos en este departamento que reniega de su nombre; Recursos Humanos.

 

La gente de ventas vende, la gente de financiero hace cuentas, los de marketing promocionan, los de producción producen, los de calidad controlan la calidad, los de logística expiden…. ¿Y los de Recursos Humanos qué hacen?

 

Cuando un departamento dedica más tiempo a discutir si el nombre que tiene es el correcto, es que hay cosas que no están claras. “Que si los humanos no son recursos que son personas, que si es el departamento de talento, que si nos encargamos de la organización y desarrollo, que no gestionamos si no que lideramos, que si recursos humanos tiene que morir, que si tiene que resucitar, que si se tiene que trasformar, que si tiene que evolucionar…” Y así un sinfín de reflexiones que salen en conversaciones, reuniones, post, charlas, etc.

 

Quizás deberíamos dedicarnos a hacer lo que de verdad importa y no dedicar más esfuerzos a discutir cómo lo llamamos… Las personas son el activo más importante de las empresas y yo creo que eso ya hay poca gente que lo discute, otra cosa es discutir cómo gestionamos, lideramos, motivamos, incentivamos, fidelizamos, atraemos… a ese activo tan importante. La teoría nos la sabemos pero del dicho al hecho hay un trecho. Cada uno hace lo que buenamente sabe, puede o le dejan en cada una de las empresas en las que trabaja.

 

La responsabilidad de las políticas que afectan a las personas en las organizaciones (ya sean Pymes, Grandes Empresas o Multinacionales) no dependen del departamento “mal llamado” de Recursos Humanos si no de la Dirección y/o la propiedad de las mismas. Recursos Humanos o como quiera que debamos llamarlo, es un instrumento a través del cual se declina la estrategia que afecta al ciclo de vida de las personas en una empresa. Las políticas, los procesos, los procedimientos, la cultura, el cómo se hacen las cosas aquí no nace en nuestro departamento. Es un reflejo de cómo es la dirección de esa organización. Evidentemente hay profesionales mejores y peores, que podrán promover, impulsar, ejecutar, gestionar, liderar con un desempeño u otro. Pero lo que sí es evidente que todo nace, o si no nace, se aprueba, se impulsa desde arriba.

 

Pero que todo depende de quién o quiénes estén arriba, al lado o alrededor en función de lo moderna que sea tu organización, afecta a todos los departamentos, no sólo al de Recursos Humanos ya lo sabemos. Los de marketing, los de ventas, los de producción, etc, estarán más contentos o más enfadados con el estilo de dirección, con la visión, con el acompañamiento a sus áreas, pero eso no hace que se cuestionen constantemente su aportación de valor a la empresa. ¿Por qué nosotros siempre estamos debatiendo sobre nuestra existencia? ¿Por qué siempre estamos cuestionándonos nuestra aportación de valor? ¿Por qué dudamos de si debemos existir o no?

 

Somos un departamento, un área, una función que pasa más tiempo debatiendo si el nombre que tiene es el correcto o no. Somos unos profesionales que debatimos sobre nuestra existencia o no. Somos un área que patalea porque no suele estar representada en los Comités de Dirección excepto en las grandes. Somos una función que no sabe si lidera, gestiona, motiva, forma, o simplemente hace nóminas, contratos, altas y bajas.

 

Así ¿Cómo queremos convertirnos en un socio estratégico? ¿Cómo vamos a liderar la transformación digital de las compañías? ¿Cómo vamos a ser promotores del cambio? ¿Cómo vamos a ser la piedra angular que ponga a las personas en el centro del negocio? Si no nos ponemos de acuerdo ni en cómo nos llamamos. Para que nos valoren tendremos que empezar a valorarnos nosotros mismos. Todas y todos los profesionales que nos dedicamos a esta profesión (que desde mi punto de vista tiene mucho de vocación) tenemos la obligación de dignificarla. Y ya sé que tú lo haces, y que fulanito también y que nos damos premios entre nosotros, y que hay rankings y mejores sitios para trabajar y todas esas mi**** pero si preguntamos a nuestro mayor activo quizás nos sorprenderíamos.

 

Recursos Humanos tiene que trabajar su marca personal, para hacer así el proceso de introspección, focalización, propuesta de valor y comunicación, pero de eso hablaremos en el siguiente post.

 

Y después de todo este rollo que te he metido ¿Cómo consideras tú que tendríamos que llamarnos? El debate sigue abierto…

 

Un fuerte abrazo