Después de casi veinte años en mundo del desarrollo del Talento puedo afirmar que hay una creencia limitante que está lastrando al 95% de los profesionales. En mi opinión únicamente hay un 5% de personas que son capaces de poner en valor su trabajo, su esfuerzo diario y su compromiso ya sea que trabajen para una empresa y/o vendan sus servicios profesionales.
Esta creencia es: «yo me voy a dedicar a trabajar muy duro y al final los demás me lo reconocerán». ¡Ojalá fuese así! Pero tras muchos años como Director de Recursos Humanos de una gran empresa te digo que no siempre ocurre. Lo sé por mi experiencia y por las conversaciones con otros colegas de profesión.
Una de las quejas que más se repite y que me comentan mis clientes de Desarrollo Profesional es que ven cómo otras personas de su organización les «quitan» ese ascenso que tanto estaban esperando. Se enfadan porque gente que para ellos y ellas son más mediocres en su desempeño obtienen las promociones, las recompensas, los aumentos, los beneficios que tanto ansiaban conseguir.
«Hay que ser buenos profesionales pero también parecerlo»
Es frustrante ver como grandes profesionales y grandes personas tiran la toalla y se rinden a la mediocridad. Hundidos en muchos casos por el hastío de no ver compensado tanto esfuerzo, tanta dedicación, tanto sacrificio por no querer poner en valor su trabajo. ¿Cómo puede ser? Porque tienen la creencia limitante de que vender su trabajo es venderse como persona. ¡Yo no tengo que hacerme autobombo!¡Yo no quiero venderme como hace fulano o mengana!…
Lo he vivido en mis carnes y ver cómo te adelantan por la izquierda personas que sabes que están la mitad de preparadas que tú, que están infinitamente menos comprometidas que tú, es una auténtica p*tad*. Pero es lo que hay, si no hablamos bien nosotros de nuestro trabajo ¿Quién lo va a hacer? Vale, seguro que tienes un compañero majete, un cliente guay que te recomienda, o una jefa que sabe reconocer tu talento… Pero eso son las excepciones.
Que te adelanten por la izquierda es una p*tad* pero pasa…
Mi amigo Andrés Pérez Ortega dice que hay una delgada línea entre ser humilde y ser invisible. Eres tú quién tienes que tomar la decisión de saber en qué lado de la línea vas a estar a partir de ahora. Tener una Marca Personal definida y trabajada es el primer paso para el cambio. Tener una buena estrategia de Personal Branding para poner tu marca en valor cerrará el circulo.
Para que a estas alturas no haya duda, el orden de la ecuación es primero ser buen profesional y luego parecerlo. Pero no te puedes olvidar de parecerlo porque aunque no lo parezca es muy importante para tus objetivos. Aquí te lo cuento también en vídeo, en mi intervención en el Personal Branding Lab Day de 2019 gracias al maestro Guillem Recolons.
Espero que tomes consciencia, asumas tu parte de responsabilidad y te pongas manos a la obra. En tus manos está el que seas un/una profesional conocida y reconocida en tu mercado y en tu empresa. Ya sabes que lo primero que tienes que hacer es trabajar tu Marca Personal y luego tu Branding Personal. Así cuando hagas Marketing Personal todo tendrá su sentido 😉
Pero como sé que cuesta dar los primeros pasos he elaborado esta ebook para que puedas empezar a definir tu Marca Personal y comiences a ponerte en valor sin dejar de ser tú mismo o tú misma. Para poder descargarlo solo tienes que pinchar >>> AQUÍ <<<
Ojalá me cuentes un día que fuiste valiente y diste un paso al frente. Que asumiste las riendas de tu desarrollo profesional, que sacaste brillo a la marca personal que ya tenías y la pusiste al servicio de los demás. Ojalá un día me escribas (hola@rubenmontesinos.com) para contarme que ya no te adelantan por la izquierda como me pasaba a mí, y que ahora sí que sí te valoran como tú sabes que te mereces. Ojalá un día me digas que ya no eres invisible.
Un fuerte abrazo
PD: Si te descargas la guía cuéntame qué te pareció en los comentarios.