Es más que seguro que ya hayas leído “¿Quién se ha llevado mi queso? Cómo adaptarnos en un mundo en constante cambio” de Spencer Johnson, M. D publicado en 1998. Yo lo hice hace ya más de diez años y parece ser que todavía está muy vigente esta historia de ratones y liliputienses.
Vivimos en una sociedad en la que el cambio ya no es una opción, es una realidad y hay que estar preparados para convivir con él y adaptarse. Tenemos que quitarnos esos michelines mentales que nos hacen ser lentos en la toma de decisiones y que no nos dejan anticiparnos a los acontecimientos. La realidad va más rápido que nuestra percepción y tenemos que ser capaces de darle la vuelta a esta situación.
¿Por qué se extinguieron los Dodos? Los Dodos eran unos animales que vivían plácidamente en la isla Mauricio y que se extinguieron a finales del siglo XVI en el momento en que los europeos se asentaron allí. Estos animales que habían llegado siglos atrás a esta isla procedentes del continente ahora eran incapaces de volar. Con el paso de los siglos los Dodos habían perdido su capacidad de volar porque sus alas se habían atrofiado, se habían convertido en aves muy grandes ya que en la isla Mauricio tenían comida abundante. Estos animales encontraron en Mauricio una isla sin depredadores, repleta de comida y sin herbívoros que compitiesen por ella. Esto hizo que no tuviesen que hacer grandes esfuerzos por sobrevivir. Así fue como el Dodo perdió la capacidad de volar y dejó de anidar en los arboles para hacerlo en el suelo.
Sólo tuvieron que pasar cien años desde la llegada del hombre a la isla hasta su desaparición. Los Dodos que habían vivido varios siglos en una especie de paraíso eterno no pudieron adaptarse a los rápidos cambios en su ecosistema. ¿Alguien encuentra algún paralelismo con nuestra realidad en esta historia?
Hace unos meses durante una conversación con un compañero de trabajo le dije: “Creo que deberías mejorar tu empleabilidad, hace mucho tiempo que no te reciclas y estás viviendo de unas rentas que hoy en día ya no te aportan valor”. ¿Sabéis lo que me contestó? “Si algún día me despiden de esta empresa tengo dos años por delante para reciclarme, no te preocupes que lo tengo todo controlado”…
No importa en lo que trabajas, no importa lo que hayas estudiado, lo importante es saber leer entre líneas a donde nos llevan los acontecimientos actuales y futuros de este entorno laboral y social para adaptarnos y estar preparados para los cambios. Cambios que si o si sucederán estemos preparados o no. ¿Crees que has perdido la capacidad para volar? Pues no esperes a que te invadan los europeos/asiáticos/africanos/americanos para ponerte a entrenar.
Confieso que aunque he mejorado mucho mi nivel de inglés en estos últimos años todavía me queda camino por recorrer para dominar este idioma a nivel profesional. Hago todo lo posible por mejorar pero soy consciente que tendré que hacer alguna estancia en el extranjero sacrificando mis vacaciones si realmente quiero dar un salto cualitativo. ¿Qué es lo que me hace seguir luchando por mejorar esta habilidad aunque me cueste renunciar a estar con mi mujer y mis hijas unas vacaciones? Os lo cuento enseguida. Esta semana hemos tenido en mi empresa a un chico de 14 años que tenía que hacer unas prácticas obligatorias del Liceo Francés. Hablando con él me comentaba que hablaba inglés, estaba empezando a estudiar alemán y por su puesto dominaba perfectamente el francés además de su lengua materna que es el castellano. Si o si me voy a mejorar mi inglés… vosotr@s hacer lo que queráis.
Tener detectadas constantemente cuales son los requisitos a nivel de formación, competencias, valores y formas de trabajar que se demandan en el mercado laboral es imprescindible para poder mantener nuestra empleabilidad. En el libro El ocaso del empleo leí “En este escenario la única seguridad en el empleo es la que nos proporcionará nuestra empleabilidad”. Por lo tanto nuestro verdadero trabajo es mantener nuestra empleabilidad constante durante toda nuestra carrera profesional.
Así que si no quieres oír algún día “Yo me he llevado tu queso” cuando preguntes por qué no te queda queso en la despensa, ya te puedes poner las pilas porque las nuevas generaciones vienen pisando fuerte. Y estas generaciones estarán más acostumbradas que tú a estos entornos cambiantes, híper conectados, digitalizados donde la abundancia de información y la escasez de modelos estáticos serán la norma.
Un abrazo
Comentarios (6)
Totalmente de acuerdo, después de hacer en tres años un Máster en RRHH, un curso de Alta Dirección Empresarial y un MBA, sigo necesitando talleres y jornadas donde seguir aprendiendo, muchas veces mi propio entorno no lo entiende, pero no concibo otra forma de ser buen profesional. A partir de ahora el cambio será una constante en el mundo empresarial y debemos ser capaces de gestionarlo correctamente.
Muchas gracias por tu comentario Esther, nadie dijo que mantener la empleabilidad fuese fácil… ahí creo que está el secreto del éxito que el que quiere algo algo le cuesta. Pero es más fácil quejarse y echar la culpa al gobierno, las circunstancias, etc. Gracias por compartir el post. Un fuerte abrazo 🙂
Estimado Rubén,
Como siempre he disfrutado de tu amena metáfora y de tu magnífica forma de escribir algo interesante a la par ameno,
Que importante es saber, cuándo lo que llamamos éxito, se convierte en confort y nuestra isla Mauricio y sus inmejorables condiciones, no nos aseguran la supervivencia en los años venideros.
Un abrazo
Amigo no sabes cuanto me gusta que te guste mi forma de escribir. Esto es lo que me da la energia para seguir intentando aportar a la mejora de los profesionales de hoy en día. Si algo puedo hacer es explicarles lo que no tienen que hacer… que de eso yo sé mucho You Know?
Un fuerte abrazo 🙂
Hola Rubén,
Totalmente de acuerdo. Un profesional se caracteriza principalmente por una actitud de compromiso con su profesión y esto implica necesariamente reciclarse continuamente para atender de la mejor manera posible las demandas del entorno.
Imaginemos por un momento un médico que no toca un libro ni lee un artículo desde que terminó su carrera hace 20 años. ¿De verdad lo consideraríamos un buen profesional teniendo en cuenta lo que ha evolucionado la medicina desde entonces?
Sin embargo, en nuestro mundo de RRHH parece que el título o el Máster ya te atribuyen el título de profesional y que el paso de los años añade experiencia. ¿Por qué lo que vemos tan necesario en unas profesiones no le damos importancia en otras?
Y por supuesto que el reciclaje no sólo atañe a los conocimientos sino a todas las competencias que nos distinguen como profesionales. Y ya no únicamente por empleabilidad – que también – sino por ética y sentido de responsabilidad.
Un saludo y ánimo con el inglés!
Hola Daniel, muchísimas gracias por tomarte la molestia en redactar este comentario que aporta mucho al post. Me algro que te guste, es un honor viniendo de un gran profesional como tú. De verdad muchas gracias.
Un abrazo.