Se nos llena la boca a los de recursos humanos con el tema de que «el café para todos» ya no funciona. Que hay que atender a las diferencias individuales de los trabajadores. Que tenemos que hacer políticas one to one para poder acercar la estrategia de la compañía a todos los niveles y bla, bla, bla…. Pero seguimos con el café para todos digamos lo que digamos.Es cierto que ahora damos a elegir entre café solo, cortado, con leche, descafeinado, de sobre, de maquina… pero en definitiva café. ¿Pero qué pasa si tu empresa no necesita café? ¿Qué pasa si las personas de tu organización prefieren otras bebidas? ¿Seguimos dándoles café?
No hace falta que yo lo diga para que seamos conscientes que «innovación» y «creatividad» son dos términos que están en boca de todos; políticos, empresarios, docentes, gurús, gobiernos, empresas… Se dice » hay que ser creativos para salir de la crisis», que hay que «innovar en modelos de negocio», hay que ser creativos en los departamentos y salir de la zona de confort… etc. Es cierto que vivimos en tiempos líquidos y entornos VUCA´s y tenemos que saber adaptarnos para que no nos barra la oleada de cambios sociales, demográficos, culturales, económicos, políticos y tecnológicos. Es cierto que tenemos que aplicar toda esa creatividad e innovación que tanto echamos ahora de menos. ¿Pero realmente estamos haciendo los deberes a todos los estamentos? ¿De verdad estamos los departamentos de Recursos Humanos/Personal/Talento/Personas o como queramos llamarlo aplicando esta innovación a nuestros procesos? ¿Y a nuestra cultura?
Escribo este post casi como una reprimenda a mi persona y mi gestión como directivo de recursos humanos pero «que levante la mano el que esté libre de pecado». Si tu empresa, si las personas que trabajan en tu empresa te piden que innoves y seas creativo en tus políticas de recursos humanos no les ofrezcas «café late». Una verdadera cultura de innovación y creatividad no necesita de maquillaje. Una verdadera cultura de innovación y creatividad empieza en el core y se refleja en la estética. Me explico. Por poner una consola y un futbolín en la oficina no estás fomentando la creatividad, ni la innovación en la empresa… y menos si miras mal a los colaboradores que los utilicen en horario de trabajo… Te puedo asegurar que si Google tiene un tobogán en sus oficinas es porque obtiene mayores rendimientos en su cuenta de resultados que si no lo tuviese. Y tiene más rendimientos porque su gente es más productiva, más creativa y más innovadora que si no lo hiciese. Pero el tobogán es el resultado y no el origen de una cultura innovadora.
Juan Prego en su libro «Como crear organizaciones para genios» explica que normalmente cuando las empresas no obtienen los resultados esperados, se empiezan a cuestionar sus procesos, luego se cuestionan a os responsables de esos procesos que son personas y cuando valoran las personas se dan cuenta que el origen está en el ambiente/cultura. Si tú quieres crear organizaciones para genios tienes que empezar creando una verdadera cultura de creatividad e innovación, para que las personas con talento, con creatividad puedan trabajar en un entorno que les permita innovar, para luego mejorar y optimizar los procesos que nos darán unos mejores/mayores resultados.
Admito el «mea culpa» por no hacer los deberes en mi organización o por lo menos no al nivel que ya debería estar haciéndolo. Lo que sí que tengo claro, es que tengo muy claro que hay que empezar por adoptar la innovación y la creatividad como parte esencial de nuestra cultura. Lo he dicho en todas y cada una de mis formaciones, charlas o ponencias en las que he tenido el placer de participar. Si quieres que el talento que tanto te ha costado llevar a tu empresa se quede… sólo puedes hacer una cosa y es crear los entornos, las políticas, los procesos… en definitiva la cultura de empresa que haga que se desarrolle y multiplique su potencial. Si quieres que la gente sea creativa genera entornos creativos, si quieres que la gente innove deja de ofrecer café para todos (sea del tipo que sea) y empieza a darles lo que de verdad necesiten sea lo que sea.
Un abrazo