Actualmente colaboro como “mentor” en el Programa de Mentoring de la UMH. Este programa consiste en que un profesional guía, orienta y aconseja a un estudiante o titulado de la Universidad Miguel Hernández de Elche en su desarrollo profesional y académico o en su proyecto emprendedor, ayudándole a descubrir las opciones más acertadas. He de reconocer que en las primeras ediciones me imponía mucho la idea de ser mentor de alguien porque pensaba ¿Quién soy yo para dar consejos, orientar o guiar a alguien? Creo que no va mal del todo porque ya vamos por la tercera edición y espero seguir aportando si me dejan.
He de reconocer que me hace mucha ilusión intentar aportar todos mis años de estudio, todas mis experiencias y todo mi bagaje profesional a personas que están iniciando su andadura en el mundo laboral. Y me hace mucha ilusión porque a mí me hubiese gustado muchísimo haber tenido esta oportunidad. Me hubiese gustado mucho haber contado con un mentor que me hubiese guiado a nivel formativo, que me hubiese aconsejado empresas para realizar prácticas, que me hubiese planificado itinerarios laborales que favoreciesen el aprendizaje de competencias básicas para mi futuro profesional, que me hubiese ayudado con el networking de mi especialidad y por supuesto que hubiese tratado de sacar lo mejor de mi valorando mis carencias y mis talentos.
Imaginaros cuanto hubieseis acortado vuestra curva de aprendizaje si hubieseis tenido a un maestro Yoda de vuestro sector. Imagínate que tu Yoda personal te hubiese dicho con veintipocos años “No lo intentes. Hazlo, o no lo hagas, pero no lo intentes”. Imaginaros tener un coach que intenta sacar lo mejor de ti, siendo tú el que hace el trabajo de introspección y toma decisiones. Imaginaros tener a alguien que ya ha vivido lo que tú quieres vivir y te muestra los atajos, los cruces de caminos, en definitiva te presta un GPS que ya tiene fijado en destino la dirección a la que tu quieres llegar. ¿Eso quiere decir que será coser y cantar? No, esto quiere decir que tendrás problemas pero menos que si fueses a ciegas.
Hace ya unos años que leí el libro “Los próximos treinta años” de Álvaro González Alorda (@agalorda). Álvaro cuenta en este libro cómo Luis Huete (@LuisMHuete) se convirtió en su mentor, cómo Álvaro lo acompañaba a todas sus ponencias, a sus reuniones, sus clases y como lo iba guiando a nivel profesional intentando sacar lo mejor de él. Desde que leí este libro fui más consciente de que seguramente hubiese podido avanzar más rápido y mejor en mi carrera profesional si hubiese tenido un mentor.
Hablando de libros, actualmente estoy leyendo #AprendiendoDeLosMejores de Francisco Alcaide (@falcaide). Este libro muestra el pensamiento de 50 grandes talentos de todos los tiempos recopilados con magistral inteligencia. Lo más curioso es ver cómo entre estos grandes profesionales hay mentores y alumnos. Y es increíble ver como beben los unos de los otros y cómo esto hace que estos crezcan y mejoren llegando a ser mentores de otros. ¡Cómo me hubiese gustado tener a Francisco Alcaide como mentor… jo!
Y es por todo esto no puedo dejar pasar la oportunidad de poner mi granito de arena intentando ayudar a aquellos que consideran que yo tengo algo que puede aportarles. Es más te aconsejo que tú hagas lo mismo, te garantizo que lo que tú recibirás será exponencialmente superior a lo que tú des ¡Te lo prometo!
Y tú ¿Tienes algún mentor? ¿Quién te gustaría que fuese o que hubiese sido tu mentor?
Un abrazo
Comentarios (1)
A mi también me haría ilusión llegar a ser algún día Mentora de alguien, de momento puedo hablar desde el punto de vista de los mentorizados. Nosotros, que “de mayores” queremos ser como vosotros, recibimos con muchísima sorpresa vuestra aceptación a participar en este tipo de cosas. Pues al fin y al cabo no ocurre como en el caso de las prácticas en empresa, donde el becario aprende pero también puede ayudar al tutor con determinadas tareas. Aquí el mentor aporta su tiempo y su bagaje ” por amor al arte” o mejor dicho a su trabajo. Y es que después de mi experiencia he visto que lo que hace que una persona acepte convertirse en Mentor es su vocación. Quienes sienten pasión por su trabajo les encanta hablar sobre él, sobre cómo hacer mejor las cosas, les encanta enseñar a otros porque realmente disfrutan y quieren calar la cultura de una buena gestión de personas en el mundo empresarial, es como si lo llevasen inyectado en vena y al escucharlos es muy contagioso!! Me ocurrió hace poco escuchando hablar a muchos de los mentores que conocí en un evento de la UMH llamado Empleoweekend, especialmente a Mayte Rubio, que me hipnotizaba escucharla. Si tuviese que buscar una Maestra Yoda sin duda se lo propondría a ella. Pero por suerte ya tengo uno que ha superado todas mis expectativas, pues ya la primera entrevista con él me bastó para aclararme mucho y he conseguido algunos de mis objetivos gracias a sus consejos. Algún día te lo presentaré, Ruben, sospecho que te caería muy bien!!