«Decidí dejarlo todo para abrazar la incertidumbre»

Hace un año tomé una de las decisiones más complicadas de mi vida; dejar mi puesto de director de Recursos Humanos de la empresa que me había visto crecer como profesional.

Decidí de forma voluntaria abandonar la “seguridad” de mis catorce pagas, dejar mi puesto en el comité de dirección, renunciar a mi estatus social, dejar mi bmw, mi visa y mi seguro médico de empresa. Dejar marchar todo aquello que me hacía ser un profesional de referencia en mi  zona de influencia.

Decidí dejarlo todo para abrazar la incertidumbre, decidí emprender un nuevo rumbo hacia lo desconocido, decidí darle una patada al status quo y encerrar mi zona de confort en el sótano junto a mis creencias limitantes.

Hace 365 días decidí que mi futuro profesional dependería de mis decisiones y de mis acciones. Hace 365 días tome la decisión de que fuera el mercado, los clientes y las personas que confiasen en mí sus proyectos los que decidirían si valgo o no valgo como profesional. Hace 365 días que decidí empezar a labrarme una carrera como profesional independiente (freelance).

«Acojona sí pero es acojonantemente estimulador»

He de confesaros que este año se me ha pasado casi como un suspiro. Ha sido muy intenso, muy apasionante, muy gratificante y muy diferente a todo lo vivido anteriormente. He tenido muchas dudas, he tenido miedo, he acertado y he fallado pero la sensación de que tú manejas tu vida es brutal. La sensación de que eres libre para tomar tus decisiones y que de tus decisiones y tu trabajo depende tu futuro es acojonante. Acojona sí pero es acojonantemente estimulador.

Durante este año he conocido empresas valientes que apuestan por las personas y por la innovación, he conocido personas dispuestas a marcar la diferencia dentro de sus empresas, he conocido directores generales que entienden cuales son las palancas de la transformación, he conocido profesionales que aman lo que hacen y que viven con pasión su trabajo. He conocido empresarios que han decidido dar un paso al frente y luchar contra sus miedos para evolucionar. En este año he tenido la suerte de crecer como persona y como profesional.

Confieso que yo salté con red, con la red del trabajo hecho durante más de 16 años de profesión dentro del mundo de la gestión de personas, con una fuerte inversión constante en estar actualizado en conocimientos y una marca personal que he trabajado a conciencia durante mucho tiempo.. Pero sobre todo con la red del apoyo de muchos amig@s compañeros de profesión que me han ayudado y acogido con los brazos abiertos. Mención aparte el apoyo de mi familia que han sido pilar indiscutible en esta aventura y sin los que no hubiese sido posible todo esto.

«Una empresa sin personas es un edificio y los negocios no son otra cosa que conversaciones entre personas»

Afronto mi primer Agosto sin vacaciones (ya las he disfrutado) expectante por los nuevos proyectos que tienen que venir a partir de septiembre; muchas colaboraciones, muchos proyectos apasionantes y esas mariposas en el estómago por querer seguir aportando valor a los clientes. ¿Cuánto durará esta aventura? Espero que toda la vida, espero que para siempre. Pero eso solo vosotr@s lo diréis, yo solo os puedo prometer que me dejaré el alma en cada proyecto, en cada formación y en cada minuto que pasemos juntos.

Una empresa sin personas es un edificio y los negocios no son otra cosa que conversaciones entre personas, se llamen clientes o proveedores… así que todavía queda mucho por hacer ¿Lo hacemos juntos?

 

Un fuerte abrazo